***** Alerta de spoiler para gente con convicciones ufológicas,
sobrenaturalistas o paranormales: a continuación se revela información que podría sembrar en algunas personas (que no en la mayoría) dudas en torno a sus creencias *****
Bastante conocido (al menos empíricamente) es el hecho de que la clave de un atuendo impactante es el adecuado balance entre lo que se muestra y lo que se deja fuera de la vista. Algo parecido ocurre en muchos otros campos de la difusión cultural humana; una lectura o un filme generalmente captan a su público en tanto planteen un enigma que prometa ser revelado -y no lo hagan de inmediato-, un videoclip moderno estándar presenta escenas brevísimas y sugerentísimas que se cortan justo cuando parecen desenlazar, consiguiendo así aprisionar la atención, etcétera. Conocedores de este efecto deben ser quienes producen propaganda sobre cualquier tipo de tema ocultista; han de saber mostrar poco y dejar el resto a la imaginación, para poder trascender.
Doña Elizabeth Sánchez, según el video presentado aquí arriba, afirmó hace varios años tener una revelación de tipo divino para "el 12 del 12 del 12" que habría de tener consecuencias de enorme trascendencia para la humanidad. Otra revelación, no obstante, puede derivarse del audiovisual; la estrategia (bastante cándida, en este caso, y por tanto útil como ejemplo) de sugerir para capturar la atención y ocultar para retenerla. La supuesta mensajera de las divinidades durante la entrevista mantiene una postura incómoda e inusual de modo que se minimice el tiempo en que la cámara pierda de vista la prueba más fehaciente con que contaba para erigirse como voz de autoridad: las manchas color sangre reseca en sus manos. La pobre factura de la escena revela también en algún momento la sustitución del fondo original por uno que contribuye mejor al espectáculo, técnica frecuente en materiales de propaganda similares. Mucho más hay que decir al respecto, pero baste con mencionar que probablemente hay personas que tienen -aún hoy- dicho material por prueba de lo sobrenatural.
Otro ejemplo interesante (más elaborado, pero también cándido, y aparentemente también considerado válido como material probatorio por alguien, más que como ligero entretenimiento) es una entrevista realizada a un personaje que reúne todas las características que tradicionalmente se atribuyen a los tan imaginados humanoides de origen extraterrestre. Quienes realizaron el material revelan imágenes provocativas, pero también tuvieron un cuidado escrupuloso para ocultar cualquier detalle que facilitara el análisis de la filmación (o animación, probablemente), de modo que el público espectador no tenga demasiadas dificultades para asimilarse a la idea de que lo que tanta gente sospecha y tanta otra proclama, ya es cosa demostrada: "un mundo nos vigila" (en este caso la vuelta de tuerca nos obliga a decir: "a nuestro propio mundo vigilamos"). A pesar de los competentes esfuerzos de los realizadores, o las realizadoras, del video para hacerlo verosímil (como la voz que se asegura al principio de que esté funcionando la cámara, las notorias dificultades técnicas que uno tiende a asociar con producciones no simuladas, etcétera) y dificultar el análisis visual, las varias y ocurrentes inconsistencias del argumento permiten sonreír al cabo de los casi cinco minutos de preguntas y respuestas con aquella figura que alguien con imaginación futurista concibió como un descendiente de Homo sapiens. Probablemente la mayor de las ocurrencias del material es sugerir la idea de que tras los millones de años que debió tardar cualquier población humana para evolucionar a una anatomía tan irreconocible que hoy nos logra parecer extraterrestre el idioma inglés de los siglos XX y XXI e. c. se habría podido mantener intacto, y que habría sido posible tener una conversación bastante fluida con alguien nacido no en el siglo CC, sino alrededor del siglo M; expresiones como "so called", "political and religious dogma", e incluso "God" -concepto que supuestamente habría desaparecido mucho tiempo antes de la formación del ente-, son enunciadas sin dificultad por un organismo con un aparato fonador tan modificado por la evolución que debería tener un idioma de lo más ininteligible para nosotros, miembros de una especie ancestral.
La muy meritoria intención de abonar por una concepción naturalista del universo, una ética y una moral basada en la evidencia, e incluso en favor de una sociedad liberada de dogmas comete aquí un deliberado intento de suicidio.
Esteee, ¿con alguien funcionó el efecto bikini del primer párrafo de este texto, el cual sugiere sin revelar?
Bastante conocido (al menos empíricamente) es el hecho de que la clave de un atuendo impactante es el adecuado balance entre lo que se muestra y lo que se deja fuera de la vista. Algo parecido ocurre en muchos otros campos de la difusión cultural humana; una lectura o un filme generalmente captan a su público en tanto planteen un enigma que prometa ser revelado -y no lo hagan de inmediato-, un videoclip moderno estándar presenta escenas brevísimas y sugerentísimas que se cortan justo cuando parecen desenlazar, consiguiendo así aprisionar la atención, etcétera. Conocedores de este efecto deben ser quienes producen propaganda sobre cualquier tipo de tema ocultista; han de saber mostrar poco y dejar el resto a la imaginación, para poder trascender.
Doña Elizabeth Sánchez, según el video presentado aquí arriba, afirmó hace varios años tener una revelación de tipo divino para "el 12 del 12 del 12" que habría de tener consecuencias de enorme trascendencia para la humanidad. Otra revelación, no obstante, puede derivarse del audiovisual; la estrategia (bastante cándida, en este caso, y por tanto útil como ejemplo) de sugerir para capturar la atención y ocultar para retenerla. La supuesta mensajera de las divinidades durante la entrevista mantiene una postura incómoda e inusual de modo que se minimice el tiempo en que la cámara pierda de vista la prueba más fehaciente con que contaba para erigirse como voz de autoridad: las manchas color sangre reseca en sus manos. La pobre factura de la escena revela también en algún momento la sustitución del fondo original por uno que contribuye mejor al espectáculo, técnica frecuente en materiales de propaganda similares. Mucho más hay que decir al respecto, pero baste con mencionar que probablemente hay personas que tienen -aún hoy- dicho material por prueba de lo sobrenatural.
Otro ejemplo interesante (más elaborado, pero también cándido, y aparentemente también considerado válido como material probatorio por alguien, más que como ligero entretenimiento) es una entrevista realizada a un personaje que reúne todas las características que tradicionalmente se atribuyen a los tan imaginados humanoides de origen extraterrestre. Quienes realizaron el material revelan imágenes provocativas, pero también tuvieron un cuidado escrupuloso para ocultar cualquier detalle que facilitara el análisis de la filmación (o animación, probablemente), de modo que el público espectador no tenga demasiadas dificultades para asimilarse a la idea de que lo que tanta gente sospecha y tanta otra proclama, ya es cosa demostrada: "un mundo nos vigila" (en este caso la vuelta de tuerca nos obliga a decir: "a nuestro propio mundo vigilamos"). A pesar de los competentes esfuerzos de los realizadores, o las realizadoras, del video para hacerlo verosímil (como la voz que se asegura al principio de que esté funcionando la cámara, las notorias dificultades técnicas que uno tiende a asociar con producciones no simuladas, etcétera) y dificultar el análisis visual, las varias y ocurrentes inconsistencias del argumento permiten sonreír al cabo de los casi cinco minutos de preguntas y respuestas con aquella figura que alguien con imaginación futurista concibió como un descendiente de Homo sapiens. Probablemente la mayor de las ocurrencias del material es sugerir la idea de que tras los millones de años que debió tardar cualquier población humana para evolucionar a una anatomía tan irreconocible que hoy nos logra parecer extraterrestre el idioma inglés de los siglos XX y XXI e. c. se habría podido mantener intacto, y que habría sido posible tener una conversación bastante fluida con alguien nacido no en el siglo CC, sino alrededor del siglo M; expresiones como "so called", "political and religious dogma", e incluso "God" -concepto que supuestamente habría desaparecido mucho tiempo antes de la formación del ente-, son enunciadas sin dificultad por un organismo con un aparato fonador tan modificado por la evolución que debería tener un idioma de lo más ininteligible para nosotros, miembros de una especie ancestral.
La muy meritoria intención de abonar por una concepción naturalista del universo, una ética y una moral basada en la evidencia, e incluso en favor de una sociedad liberada de dogmas comete aquí un deliberado intento de suicidio.
Esteee, ¿con alguien funcionó el efecto bikini del primer párrafo de este texto, el cual sugiere sin revelar?
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